Hay quienes dicen que a los 24 años todo es posible. ¿Todo? Al parecer solo hace falta coraje. Mañana tengo aquella entrevista que soñé hace cinco años, cuando a ojos cerrados decía que al salir de la universidad mi destino sería irme a Servicio País. Hoy lo único que tengo es vértigo, esas enormes ansias de caer al vacío, con la terrible certeza de que quizas no soy capaz de atreverme.
Desaparecer un año, tener la posibilidad de re-construirse otra vez, jugársela por el desafío personal y profesional... parece demasiado tentador; sin embargo ¿qué pasa con los planes, los proyectos, los lazos? Para quienes buscamos la construcción de un Chile más justo, nos parece que todo esos son costos que estamos dispuestos a pagar, pero no dejo de preguntarme si no serán demasiado altos.
Desaparecer un año, tener la posibilidad de re-construirse otra vez, jugársela por el desafío personal y profesional... parece demasiado tentador; sin embargo ¿qué pasa con los planes, los proyectos, los lazos? Para quienes buscamos la construcción de un Chile más justo, nos parece que todo esos son costos que estamos dispuestos a pagar, pero no dejo de preguntarme si no serán demasiado altos.
Al mencionar Servicio País las personas dice "que buena!!" y queda inmediatamente claro que ellos no lo harían. Los entiendo, a ratos yo tampoco quiero hacerlo, pero ¿cómo dejar pasar esta oportunidad? o ¿no estaré dejando atrás otras oportunidades?
