22-02-2009

un dedo para el sol

Cada quien con sus mecanismos de evasión, prácticamente un derecho que viene asociado al libre albedrío y se transforma en una herramienta de supervivencia.

Adicción al ejercicio, comer chocolates sin pudor, revisar
facebook 100 veces al día en vez de trabajar, hacer dieta aunque no sea necesario, coquetear sin discreción, comprar ropa que prácticamente no tienes tiempo para usar, hacer más zapping del médicamente permitido... suma y sigue.

¿Y la culpa? siempre viene asociada a la
evasión. Siempre existe esa desagradable sensación de que hay algo a lo que le tenemos demasiado miedo como para asumirlo, entonces nos refugiamos en nuestros mecanismos, los que a lo largo de los años se van tornando más creativos y adictivos.

Lo más impresionante es que todos lo hacemos, pero nadie lo reconoce en una simple conversación, porque implica aceptar que no tenemos las herramientas para afrontar nuestras responsabilidades. Eso al parecer no está nada de bien, porque tarde o temprano tendremos que abrir ambos ojos y darnos cuenta que si nuestro pequeño dedo tapaba el sol era una simple ilusión.

Sin embargo, que dulce es la
sensación momentánea de creer que simplemente no tenemos nada de que hacernos cargo.