10-03-2006

a mis fieles lectoras

Ayer, en medio de una plaza llena de personas que escapan de la pega para sumergirse en el happy hour oportuno, me reencontré con ella... la cruel y nunca bien atinada Le-bert.

Lógicamente fui objeto de sus palabras descontraladas y llenas de risas, que de seguro sorprendieron a los tipos de la mesa de al lado. Lo mejor fue cuando mi fiel amiga me reconoció que, junto a Serrín, se habían deleitado riendose de mis sinceros comentarios, ahí sentí como el tiempo se retrocedía hasta cuarto año de universidad.

Esto puede parecer la historia de una pobre niña de la cual sus amigas se ríen sin control, pero no es así. El duo Le-bert / Serra, pueden ser temibles, pero son grandes amigas, sobre todo por su honestidad y porque, a pesar de las tallas que me hicieron pasar más de un mal rato durante mi vida universitaria, ellas me entienden y han tenido la paciencia de aceptarme y aguantar que desaparezca.

Las quiero pasteles
y recuerden siempre sacarle partido a su dinero

01-03-2006

v e r t i g o

"A vosotros los audaces buscadores e indagadores, y a quienquiera que alguna vez se haya lanzado con astutas velas a mares terrible."
Así habló Zaratustra. Frederik Nietzsche

El vértigo, la inevitable
ansia de caer, esa profunda convicción de que en mí está el poder para lanzarme precipicio abajo con los brazos extendidos, acompañada de la seguridad de que las manos de la tierra me sujetan los tobillos. Es esa seguridad la que otorga certeza y que me permite entender el vértigo como un regalo, una adrenalina necesaria.

Amo la
sensación del vértigo, sobre todo cuando se apodera de mí al estar al borde del mar, sin más compañía que la inmensidad, simplemente porque siento el poder y a la vez soy tan vulnerable.

Jamás había sentido tanto vértigo como durante este tiempo, me abruma la inevitable asia de caer, de volar y ver que pasa con mi vida mientras la tierra me espera. Mientras mi razón me devuelve el equilibrio y me aleja, entregandome la certeza y la adrenalina


vertigo, que el mundo pare,
que corto se hace el viaje
¿me escucharás, me buscarás.
cuando se pierda

y no señale el norte
la estrella polar?